Nada como los Clásicos

Es una realidad que las consolas han ido evolucionando con el paso de los años hasta límites que hace apenas una década no imaginábamos que podrían hacerlo. Los gráficos han mejorado de forma asombrosa, el sonido, la jugabilidad, la duración… pero… ¿realmente esto nos puede garantizar diversión? La mayoría de la gente opina que sí, pero yo en cambio tengo mis pequeñas dudas…

Recuerdo los lejanos días de mi juventud, jugando al Super Mario de NES, un juego que hoy en día sigue estando cotizado como uno de los mejores de la historia por su terrible jugabilidad y su diversión. Mucha gente de hoy lo vé como un juego “pastelero” tan solo por sus gráficos, pero en aquel entonces era lo mejorcito que había, como puede ser hoy en día una PlayStation 3. Yo disfrutaba hasta límites insospechados con estos maravillosos títulos, pero dada la evolución de las consolas de hoy en día, estos juegos parecen perder su encanto frente a personas que no han vivido esa época.




Me encantan los clásicos, los de toda la vida. Todos eran perfectos, divertidos, entrañables, con horitas de diversión y bandas sonoras realizadas por compositores contratados especialmente para su realización. Ahora prácticamente se limitan, en muchos juegos, a meter canciones de grupos musicales, que no están nada mal, pero ya no es un compositor poniendo sus dotes al máximo para realizar un trabajo perfecto (véase el ejemplo de Nobuo Uematsu y sus composiciones de Final Fantasy, que tan pronto pueden ser composiciones potentes que te hacen meterte en la acción de una batalla como puede ser una delicada sinfonía capaz de hacerte llorar por su ternura).


Otro claro ejemplo de diversión y realización impecable es la mítica PlayStation (PSX). Todos están “flipando” con las consolas de nueva generación, y lo entiendo perfectamente. Sin embargo… ¿se han vuelto a ver juegos del calibre de Final Fantasy VII o Metal Gear Solid en esta nueva generación? La respuesta yo diría que es básicamente negativa, sin más dilación. Yo soy poseedor de una PlayStation 3, y reconozco antes que nadie que es un aparato increíble con un potencial brutal… pero sigue sin convencerme. En muchas ocasiones la he puesto en funcionamiento para jugar un rato… y la he desconectado al cabo de 15 minutos porque me aburría. Es cierto que los juegos de nueva generación son impresionantes, pero a mí me aburren. Apenas hay hoy en día 4 juegos que llamen mi atención, pero luego me dispongo a jugar a Ridge Racer Type 4 o Tomb Raider 2 y las horas pasan volando, llenas de emoción, diversión y recuerdos que vienen a mi cabeza a cada paso que realizo. Igual ha pasado con la saga de Final Fantasy: los primeros eran geniales y sus historias maravillosas… y los últimos de ahora (perdonad mi expresión), me parecen una inmensa mierda.



La verdadera esencia de la diversión no se encuentra en los gráficos, ni mucho menos, sinó en la historia y la capacidad que tiene un juego de mantener al jugador pegado a la pantalla durante horas, días, semanas o meses. No es estrictamente necesario disponer de unos gráficos de infarto para poder disfrutar un título. Mirad el Tetris, ¿qué gráficos tiene ese juego? Ningunos básicamente, pero… ¿a que era terriblemente divertido y adictivo? Pues ahí tenemos uno de los miles de ejemplos! O sinó mirad las máquinas tragaperras de los Bares de nuestro país. Son gráficos penosos, y ni eso, ya que son pegatinas y dibujos sin movilidad (lo único que tiene movilidad son los rulos y la pantalla de arriba que hace formas y dibujos con bombillitas de colorines). No tiene 3D, ni texturas, ni HDMI y sin embargo los abueletes y no tan abueletes pasan las horas muertas delante de estos cacharros fundiéndose la pasta. Evidentemente no podemos comparar estas patéticas máquinas de borrachos con nuestras queridas consolas, pero es algo parecido a lo que comentaba hace un momento sobre la capacidad de enganchar.

La verdad es que la evolución de las consolas ha sido alucinante, y puedo decir con todo mi orgullo que la he seguido durante toda mi vida y la he disfrutado al máximo de mis capacidades… pero creo que me quedo aquí. Seguiré bien de cerca las nuevas consolas y nuevas tecnologías del futuro, pero para mí ya han perdido su encanto. Han mejorado todas las capacidades de las consolas, pero se han olvidado de esas historias llenas de emoción y esos juegos mágicos que nos hacían soñar cuando éramos pekes. La tecnología seguirá avanzando sin detenerse… sin embargo yo seguiré perdido por las calles de Racoon City triturando zombies, a bordo de un Supra por Laguna Seca en Gran Turismo 2, recorriendo lugares misteriosos y ocultos en Tomb Raider, atravesando una ciudad a toda velocidad iluminada por edificios en la noche con Ridge Racer Type 4, infiltrándome en Shadow Moses en Metal Gear Solid o corriendo por las calles de Midgar en Final Fantasy VII.









¿Que si hablo en serio? Por supuesto! Nada Como Los Clásicos.

T800 Copyright 2010